Siniestro

El carácter insidioso de los relatos aquí reunidos nos hace dudar de la buena fe del autor. O, por lo menos, de sus intenciones.

Quien se permita leer estas páginas debe saber que estará solo en todo momento, siendo el espectador de personajes que se darán cita con lo macabro, lo truculento y el espanto. Porque entre estertores, extrañas criaturas de caza y fieras de apetito voraz va la cosa.

El pulso narrativo de Patricio Chaija te llevará con pericia desde el sutil horror de una mirada esquiva, hasta el gore más sanguinolento y demencial de una orgía de carne. Y vos vas a estar ahí todo el tiempo, expectante, solo, sin saber qué hacer para salvarlos.

En su segundo libro de relatos, Chaija nos pone otra vez en la incómoda situación de tener que admitir que nos encanta el espanto cuando le sucede a otros. Y ahí radica, me atrevo a conjeturar, el éxito de su prosa: llevarnos de la mano hasta lo más sórdido de la condición humana -oración tras oración, cuento tras cuento- para después dejarnos solos frente a la evidencia de que, como lectores, nunca quisimos salvar a nadie.

Ignacio Román González